viernes , 29 marzo 2024
el viento

Comentario Evangelio 07 de Agosto

¡Porque allí donde tengan su tesoro, tendrán también su corazón!
(Lc 12, 32-48)

Hna. María Alicia Briseño
Hija del Espíritu Santo (Mexicana)

El Evangelio de hoy tiene una manera muy peculiar de iniciar hablando Jesús a sus discípulos: “No temas, pequeño Rebaño, porque e Padre de ustedes ha querido darles el Reino”.

Lo primero con lo que hizo contacto mi corazón fue pensar en nosotras y nosotros vida religiosa, acaso si no todas (os), si la mayoría nos sentimos como este pequeño rebaño, en medio del mundo en que vivimos. Nuestros temas de conversación, somos pocas (os), no tenemos vocaciones, y a veces se nos olvida una cosa importante, somos pequeñas, pequeños, limitados, pero es ahí donde Dios actúa en medio de nuestra pequeñez, sin embargo, algunos no hemos desviado del camino.

Pero a estas personas débiles y frágiles, más en este tiempo de pandemia que no termina, descubro que este regalo del Reino, algunos de nosotros quizá lo hemos guardado muy bien, se nos ha olvidado sacudirlo, quitarle el polvo, porque pensamos que estábamos llamadas y llamados a hacer muchas cosas, a ser el centro en nuestras pastorales, en las que nos encontramos, a estar al frente del grupo, de la misma comunidad, etc. Llevamos nuevas técnicas, dinámicas, tecnologías avanzadas, pero a veces sin Jesucristo. Nosotros sabemos más que nadie nuestros mayores deseos y nuestras debilidades.

Y a veces no sabemos por dónde empezar, Jesús nos da una pista “háganse bolsas que no se desgasten y acumulen un tesoro inagotable en el cielo”.  Mis hermanos, qué es lo que nos desgasta en este momento de nuestra vida, el desgastar la vida por Cristo y por el hermano, si es así dichosa o dichoso, pero si no es así, démonos un espacio para volver a nuestra Fuente, que nos ayuda a regresar a lo esencial, con las lámparas encendidas de esperanza, de amor, de alegría, sinodalidad en nuestro diario vivir, ahí donde el Señor nos ha enviado y no anhelando otras cosas que quizá no sucederán. Nuestra vida es aquí y ahora.

Estamos viviendo un tiempo de muchos desafíos en el ámbito político, económico, social, eclesial, etc. Y quizá conforme vamos viendo más nuestra realidad tenemos menos respuestas, ante tantos cuestionamientos que se nos hacen hoy en día. Pero qué tenemos que ofrecer como Vida Religiosa, cuál es nuestro mayor tesoro: Jesucristo, y en este mes de la solidaridad, quisiera hacer presente a uno de nuestros grandes santos chilenos San Alberto Hurtado “Qué haría Cristo en mi lugar”. Preguntémosle a ÉL, qué hacer y cómo hacer que el Reino llegue a todos.

Pidamos al Espíritu Santo, que nos ayude a silenciar el corazón, que nos ayude a volver a la escucha de la Palabra, para que podamos estar preparados en el diario vivir, hoy en día en tenemos también una palabra que se ha estado repitiendo CORAZONAR LO QUE HACEMOS, es decir que en todo lo que hagamos vaya acompañado de todo nuestro ser, para que cuando el Señor nos llame a su presencia no lleguemos con las manos vacías, sino con el corazón lleno de amor a Dios y a nuestros hermanos.

Porque como dice el final del texto: “Al que se le dio mucho, se le pedirá mucho; y al que se le confió mucho se le reclamará mucho más”. Como vida religiosa se nos ha dado mucho en todos los sentidos, espiritual, material, económico, etc. Y se nos pedirá mucho.

Porque allí donde tengan su tesoro, tendrán también su corazón. Amén.

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