“ALGO NUEVO ESTA RENACIENDO”
Queridos hermanos y hermanas, queremos compartir lo que hemos vivido en estos días de Misión.
Es una gracia especial el habernos reencontrado con las familias de los siguientes sectores: Pintores de Chile, Millaray, Paipote, Caupolicán y Los Llanos. Ha sido hermoso constatar lo esperanzados que están después de todo lo que han vivido y sufrido, después de lo que han crecido y logrado.
Para los que hacen por primera vez esta experiencia fue un momento fuerte en su vida consagrada: de crecimiento personal, de fortalecimiento de su vida espiritual. Es un fuerte llamado a despertar la vida misionera, estar más atentas al clamor del pueblo de Dios, para escuchar a los que necesitan ser escuchados.
Estamos también agradecidos por la apertura de las familias para compartir sus sufrimientos y esperanzas, y descubrir en ellos brotes de vida nueva. Nos expresan reiteradamente que: “El aluvión nos sirvió para unirnos más entre los vecinos y compartir con los que tenían menos”. De este acontecimiento negativo descubren lo positivo; descubren, sobre todo, que Dios no los ha abandonado.
En este proceso de acompañamiento que hemos venido haciendo en estos meses se han formado grupos de vecinos y familias que se reúnen a “tomar tecito” en el que comparten la vida. Es un espacio gratuito en el que es posible apoyarse, contenerse, sanarse mutuamente.
Con gozo y alegría hemos participado en la bendición de casas que ya han recibido o han arrendado algunas familias y, también, tuvimos la oportunidad de compartir la Eucaristía con los hermanos de la comunidad Potrerillo, la cual no fue afectada por el aluvión, pero igual pide ser misionada.
Damos gracias a Dios, por el padre Guido y la hna. Julia Órdenes que nos acogieron con generosidad, delicadeza y cercanía; damos gracias por su testimonio de entrega y servicio a los hermanos. Agradecemos también a las religiosas de la Sagrada Familia que cada mes nos hospedan en su casa.
Los lazos que se han ido consolidando en la fraternidad proporcionaron una integración de diferentes generaciones, nacionalidades, culturas y carismas congregacionales. Esta comunión tan rica fortalece nuestra vocación al servicio de la Iglesia.
Regresamos a nuestras Comunidades llenas de gratitud, con un corazón gozoso, porque el Señor ha hecho maravillas en nosotros.
Equipo misionero: hnas. Julia Órdenes, Lucia Roza da Silva, M. Angélica Mosalves, Caty Riordan, Carmen Ramos, María Asunción Concha, Alicia Díaz, Mari-Carmen Donda, Carmen Peralta, P. Guido Castagnha y P. Alex Vigueras.
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