La Confederación Caribeña y Latinoamericana de Religiosas y Religiosos – CLAR, manifiesta su plena solidaridad con la Iglesia Chilena en la persona de su Excelencia Mons. Celestino Aós Braco, OFM Cap., Arzobispo de Santiago, ante los hechos ocurridos recientemente, con las Iglesias de la Asunción y la de San Francisco de Borja.
Todo irrespeto, sacrilegio y profanación a Jesús en su presencia Eucarística, es en consecuencia un acto de agravio a su Cuerpo, la Iglesia, y a todas las personas de buena voluntad que buscan y promueven el bien en todas sus formas.
Las actuales circunstancias sociales e históricas del pueblo chileno, desafían a la Iglesia a mantener su centralidad en Jesús y en Él, fortalecerse para el anuncio del Reino, desde una opción explícita por el cuidado de la vida y la dignidad humana.
Como Vida Religiosa, agradecemos la fortaleza con la cual la Iglesia Chilena ha asumido el reto de defender la vida, cuidar la democracia, acompañar a los más pobres en su proceso de resistencia y búsqueda de condiciones más dignas y justas.
Las religiosas y religiosos del Continente, nos unimos a Ustedes en el deseo de continuar trabajando por la paz y por la construcción de una sociedad más fraterna y sororal, portadora de los valores del Evangelio. Desde cada rincón de nuestra querida Latinoamérica y el Caribe decimos: ¡No más violencia! Y animamos a una decidida opción por la vida y la paz.
Rogamos a Jesús, que nos siga mirando con amor misericordioso y convierta este dolor en un gesto de solidaria presencia en favor de la vida.