La vida religiosa de Chile se une en oración, junto con la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosas y Religiosos, CLAR, por la hermana colombiana Gloria Cecilia Narváez, misionera en África, quien está secuestrada.
A continuación, compartimos el comunicado de la CLAR:
La Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosas y Religiosos, CLAR, se une y hace suyo el dolor de las Hermanas Franciscanas de María Inmaculada, quienes nos han notificado del lamentable secuestro de la Hna. GLORIA CECILIA NARVÁEZ ARGOTY, el pasado mes de febrero del presente año, por un grupo armado en Malí, África Occidental.
La Hna. Gloria Cecilia, nacida en Colombia, tiene 56 años de edad y fue enviada como misionera desde hace 12 años a África, de los cuales, los últimos 6 años ha estado en la Parroquia de Karangasso, una aldea al este de la capital de Malí. Allí, junto con otras Hermanas de la Congregación, se dedicaba al cuidado de los más pobres, promoviendo proyectos a favor de la mujer, de los jóvenes, de los ancianos, sembrando Reino desde su carisma misionero.
Suplicamos, a nombre de todas y todos los religiosos de América Latina y el Caribe, que se faciliten todos los medios para lograr la localización y pronta liberación de la Hna. Gloria Cecilia. Dirigimos este llamado ante todo a las AUTORIDADES CIVILES Y GUBERNAMENTALES, y a otras Instituciones que tengan los medios para facilitar la búsqueda de nuestra querida Hermana. La angustia que en estos momentos vive su querida Congregación y familiares es inmensa, y se levanta como un clamor de justicia, sobre todo, cuando quien es víctima de este acto tan injusto es alguien que está sirviendo a los más pobres y necesitados, sin ningún otro interés que manifestar el amor y la ternura de Dios.
Todas y todos los religiosos de nuestros países latinoamericanos y caribeños, que somos unos 55.000, nos hacemos solidarios con este sufrimiento, y alzamos nuestra voz primeramente a Dios, para que mueva los corazones de quienes la han secuestrado y la liberen inmediatamente, y para que abra los caminos a quienes se dediquen a su búsqueda.
Tenemos esperanza de que todavía hay gestos de humanidad entre nosotras y nosotros, que el amor vence al odio, que el bien vence al mal, y con esta esperanza nos dirigimos a Ustedes, quienes pueden sin duda hacer todo lo que está de su parte para encontrar con vida a nuestra querida Hna. Gloria Cecilia, quien más que nadie, estará viviendo momentos muy dolorosos que la están identificando con Jesús, a quien sigue, y por quien está entregando su vida en medio de nuestros hermanos más pobres.
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