Este viernes 22 de agosto acogemos el llamado del papa León XIV a una jornada mundial de ayuno y oración por la paz.
En un mundo herido por la violencia, nos unimos como Vida Religiosa para suplicar al Dios de la vida que nos conceda la gracia del perdón, porque solo en él brota la verdadera paz. Elevamos nuestra oración por cada hermana/o que sufre en medio de los conflictos, confiando en que la misericordia abra caminos de reconciliación y esperanza para la humanidad.