Las religiosas franciscanas de la comunidad de Arauco, Hermanas Terceras Franciscanas de la Inmaculada Concepción, comunican que este 14 de Octubre, a la edad de 89 años de vida, fue visita por la hermana muerte corporal, la querida Hna. Lucia (Beatriz Elena Villalobos Ramos), una mujer ejemplar.
Vía: Iglesia.cl
Fue una destacada profesora y entusiasta animadora de la vida consagrada; nació el 25 de Septiembre de 1931 en Coquimbo, hija de Julio y de Blanca. Creció en una familia cristiana rodeada de sus hermanos. De estos alegres 9 niños, dos fueron religiosas, María Cristiana y Beatriz, quien a los 18 años ingresa al noviciado de las religiosas franciscanas en la ciudad de Angol.
Profesó sus primeros votos y fue destinada a varios conventos de la Congregación para enseñar a niñas y jóvenes. Como profesora, siempre estuvo dispuesta a ayudar a sus alumnas. En su entrega apostólica fue siempre muy entusiasta para estimular la vida espiritual de los religiosos y apoyar la vida parroquial. Siendo muy joven pasó a servir en el gobierno de la Congregación llegando a ocupar el encargo de Superiora General por varios períodos donde su principal preocupación fue enfatizar la formación humana, cristiana y académica de las religiosas, a quienes hasta el último momento les entregó lo mejor de sí misma.
La Hna. Lucía pasó sus últimos años en la comunidad de Arauco, dedicada a la oración y a participar activamente de la vida fraterna de la Congregación a la cual perteneció por más de 70 años de vida consagrada.
La Hna. Lucía, deja una profunda huella: Fue una mujer plena que consagró su vida a Dios; con sencillez y minoridad franciscana, buscó servir a todos. Uno de sus mejores recuerdo era recordar la visita, en el año 1987 del Papa San Juan Pablo II a Chile, pues en aquella ocasión en nombre de la vida religiosa de Chile y en representación de Conferre, en el templo Votivo de Maipú entregó su saludo al Santo Padre.
Sus cercanos la recordarán como una persona buena, seria, tremendamente caritativa, alegre, solidaria, sencilla, activa y atenta para apoyar a los religiosos y sacerdotes en la misión evangelizadora. Un gran ejemplo de vida que se agradece a Dios.
Sus funerales se realizarán privadamente atendiendo a las condiciones actuales que se viven, y serán en el cementerio de Arauco.
La Congregación agradece la entrega y testimonio de la querida Hna. Lucía (Q.E.P.D.) y se encomienda a las oraciones de toda la Iglesia.