Con una Eucaristía, las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada han dado inicio a un Año Jubilar, que se enmarca en la alegría que ha significado para ellas y todos con quienes comparten su espiritualidad y misión, el hecho de que el Papa Francisco haya aprobado el ejercicio de las virtudes en grado heroicode de la Fundadora, la Sierva de Dios Francisca de la Concepción Pascual Doménech, declarándola “venerable” y concediendo la celebración del jubileo.
Como se señaló en la reseña: “Madre Francisca fue una mujer de esperanza, que se hizo evidente en la fundación de la Congregación, así como en las distintas y numerosas obras apostólicas que puso en marcha, acciones que emprendía con la certeza de que la iniciativa era de Dios y Él procuraría los medios”.




