Vida consagrada, testimonio sinodal de vida y misión
La sinodalidad consigue “realizar la verdad en el amor” (Ef 4, 14). Ello tiene que hacerse realidad en la vida en la misión, en la formación y en la espiritualidad de los consagrados y consagradas. Dicho con palabras más simples la sinodalidad nos lleva a tener para dar y a perder para ganar; a compartir sobre todo el amor, la mejor expresión de lo que somos y tenemos.