¿Quién soy yo?
Lourdes López Munguía, fmm
En nuestro caminar humano, hay preguntas que nos acompañan toda la vida y solamente por instantes, logramos balbucear una respuesta tímida que no alcanza a abarcar una realidad profunda. Preguntas que tocan la existencia y que nos ayudan a definir o encontrar nuestra propia identidad, en su propio desarrollo y cambios.
Nuestros débiles intentos por responder se matizan por el momento vital que vivimos; por el espacio teológico y espiritual que habitamos en ese instante.
Jesús, en este texto del Evangelio deja entrever su vulnerable humanidad en búsqueda, una persona en sus treinta que se cuestiona sobre su propia identidad y el sentido de su vida en este mundo.
Jesús se deja acompañar por sus amigos, se deja abrazar por quienes son capaces de hablarle con el corazón abierto, con esa verdad que a veces duele pero que viene desde un lugar de Amor auténtico.
Esto es ya, una Gracia que nos abre a la hermosa posibilidad de la amistad, una amistad que ayuda a redefinirse en momentos de cambio, que sostiene en momentos de duda y que acompaña en momentos de crisis.
Y al mismo tiempo una amistad vivida en la claridad de quien busca, por encima de todo, la Voluntad de Dios.
Vivimos en la dicha cuando encontramos amigos y amigas capaces de reconocer en nuestro peregrinar la Presencia de Dios, su impronta que nos da una identidad tan única, tan humana, tan cercana. Esta identidad esencial en la que somos hijos e hijas de Dios Vivo.
Solamente cuando somos conscientes de esta identidad, descubrimos que la herencia de Dios, “las llaves del Reino” son los caminos que construimos en comunidad para hacer presente el Reino de Paz, Reconciliación y Hermandad.
Que este domingo en el que Jesús nos pregunta: “Y tú, quién dices que soy yo?”. Seamos capaces de responderle desde esta relación de amistad profunda y consolidada en lo cotidiano de nuestra vida compartida con el pueblo y con Él mismo… Que nuestra respuesta siempre sea nueva y llena de sentido… reflejada en la manera como somos amigos y amigas de quién nos ha mirado con ternura.