Con la presencia de más de 250 consagradas y consagrados provenientes de distintas partes del país, se realizó en Santiago de Chile, entre el viernes 8 y el domingo 10 de agosto, el Congreso Nacional de Vida Consagrada.
En el marco del Jubileo de la Esperanza, el Congreso tuvo como objetivo conocer y profundizar las “nuevas miradas a la Vida Consagrada” que vamos descubriendo hoy. Fueron tres días de fraternidad y compartir a la luz de los siguientes ejes:
- Consagrados hoy: con una ponencia el primer día a cargo del Padre Carlos Álvarez sj quién animó a los presentes a “pasar a la otra orilla” como lo pide Jesús a sus discípulos, dinamizando la reflexión en torno a descubrir “cuáles son los nuevos caminos, lenguajes que tenemos que abrir para llegar con la Buena Noticia a nuestros contemporáneos” ¿qué aggiornamentos son necesarios?
- Mirada esperanzadora: a la luz de lapresentación“Miradas esperanzadoras de la Vida Consagrada hoy” de la Hna. Mariola López rscj, quien el segundo día del Congreso desarrolló las “cinco cuerdas” necesarias para caminar con esperanza en medio de un mundo fracturado.
- Sueños que son esperanza: en el último día ymediante un panel con cuatro invitados, se compartió cuáles son los desafíos y esperanzas que brotan en la Vida Consagrada de cara a vivir más fielmente el seguimiento del Señor.
El encuentro estuvo preparado por la CONFERRE junto a la Vicaría de la Vida Consagrada de la Arquidiócesis de Santiago e incluyó momentos de oración como también tiempos de trabajo y reflexión tanto personal como grupal y una obra de teatro.
Se concluyó con una Eucaristía presidida por Monseñor Alberto Lorenzelli, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Santiago, quien destacó que la Vida Consagrada hace “presente en la Iglesia, en el tiempo, en el aquí y ahora el modo de vivir de Jesús” agradeciendo por una “vida totalmente entregada…compartida para ser reflejo de Cristo, un amor que se entrega sin reservas, que no se cansa de buscar al perdido, de sanar al herido de alimentar al hambriento y de acompañar al que sufre”.
