En América Latina y el Caribe, la ruta del oro está cada vez más marcada por la violencia y el despojo*. Cada vez a mayor velocidad vemos territorios absolutamente devastados, territorios que son hogares de miles de familias. El oro que se extrae deja una estela de contaminación, enfermedad y muerte. Los casos son escandalosos, son territorios enteros tomados por la minería de oro, enfrentando con violencia al pueblo contra el pueblo.
Artículo “Inversiones financieras como cooperación. Directriz para las inversiones éticas” https://www.clar.org/columnas-editoriales/sentir-con-la-tierra-apuntes-sobre-ecoteologia-y-extractivismo/inversiones/