Ha partido una persona consagrada que hizo suyas la opción del seguimiento de Jesús y de la Palabra de Dios en el compromiso y cercanía con los más sencillos, de luchar con todas sus fuerzas en tiempos de la dictadura y en el proceso de la democracia, unas de sus grandes convicciones fue la justicia y la paz para toda persona. No concebía los modelos neoliberales que van en contra de los más desposeídos e invisibilizados, creía profundamente en los cambios de la persona, su sello misericordioso era en su ser y su quehacer.
Hna. Panchita, fue una mujer de mucho “Ñeque”, su carácter firme, en ella no habían ambigüedades, su respuesta era un “SI” o un “NO”, dialogando, escuchando, acogiendo las diversas posturas, su experiencia en la Iglesia de participar activamente en los procesos de los documentos desde el Concilio Vaticano II a Aparecida, propició en ella una mirada amplia de la realidad eclesial, así mismo sus grandes contactos a nivel civil y sus interés por los temas contingentes. Hizo que su mirada crítica fuera siempre argumentada, solida, enraizada en su ser profético. Quiso su Iglesia santa y pecadora, hizo valer su ser mujer con su inteligencia y sabiduría que la caracterizaba.
La Conferencia de Religiosas y Religiosos de Chile –CONFERRE, junto al personal laico, agradecemos a Dios, haber tenido entre nosotras y nosotros, a una gran mujer religiosa, caracterizada por la audacia, la valentía, coraje, fraterna, con su sonrisa siempre apresta, como su corazón.
¡Gracias Panchita,
vuela alto como fue tu vida!
P. Héctor Campos, ofm-cap
Presidente de Conferre y Hermanos De la Junta Directiva
Santiago, 28 de abril 2020
Sin duda una una gran mujer y religiosa. Aunque se que estará con el Padre, duele su partida, no haberla abrazado, compartir otros momentos con ella. estará haciendo comunidad con Elena Chain Blanca Rengifo y otras maravillosas religiosas que sera imposible olvidar.
hasta Siempre hermana, amiga y compañera.
Carlos.
Querida Panchita… te conocí tarde en mi vida… y más tarde en la tuya… Pero no importó… nos unieron las mismas preocupaciones por intentar ver y hacer ver «al otro»… al «prójimo» … Sin limitaciones de tiempo ni de lugar… buscarlo, verlo y respetarlo. Extenderle una mano y tomar la que te extendieran…
Fuiste un regalo en los afectos y en sus demostraciones en el trabajo, el encuentro, la oración. Hiciste mucho… Tu
siembra fue potente… Muchas gracias Panchita… me regalaste muchas cosas….